
Picor constante en tu perro o gato: cuándo preocuparte y qué hacer
Aunque a simple vista puede parecer un comportamiento normal, el picor persistente es una de las formas más comunes en las que los animales expresan que algo no va bien.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y también uno de los más sensibles. Cuando se ve alterada, suele ser una señal clara de que el sistema inmunológico está reaccionando a algo: una alergia, una infección, un parásito… o incluso un problema de origen interno como un desequilibrio hormonal.
En este blog te explicamos los motivos más comunes por los que tu perro o gato puede tener picor constante, cómo detectarlo, cuándo acudir al veterinario y qué papel juega la alimentación en su bienestar cutáneo. Una lectura imprescindible si quieres ayudar a tu compañero de vida a recuperar la calma y la salud.
Índice de contenido
1. Los principales enemigos de la piel
Hay 5 grandes grupos de causas que explican por qué un animal se rasca en exceso:
1. Alergia a las pulgas
La dermatitis alérgica por pulgas (DAPP) es una de las causas más frecuentes de picor, tanto en perros como en gatos. No es solo la presencia del parásito lo que molesta, sino una reacción del sistema inmune a su saliva. Basta una picadura para desatar un brote en animales sensibles.
Se manifiesta con un rascado intenso en la base de la cola, lomo, abdomen y patas. La piel se inflama, se llena de costras y el animal no deja de lamerse o morderse. La solución: una desparasitación estricta y continua, durante todo el año.
2. Alergias ambientales o alimentarias
¿Sabías que los perros y gatos también pueden tener alergias al polen, los ácaros del polvo o ciertos ingredientes del pienso? Se trata de reacciones del sistema inmunológico a estímulos que normalmente deberían ser inofensivos.
- En la dermatitis atópica, el picor suele concentrarse en las orejas, cara, abdomen y patas.
- En la alergia alimentaria, la comezón no es estacional y suele acompañarse de problemas digestivos y otitis recurrentes.
Ambas se diagnostican por exclusión y requieren un tratamiento prolongado que puede incluir cambios de dieta, inmunoterapia o medicamentos inmunomoduladores.
3. Infecciones fúngicas o bacterianas
- La pioderma es una infección bacteriana de la piel que aparece muchas veces como consecuencia de una alergia mal controlada. Se reconocen por granitos, zonas húmedas, olor fuerte y piel enrojecida.
- Las infecciones por hongos como la tiña causan calvas circulares, escamas y costras. En gatos jóvenes o inmunosuprimidos son especialmente frecuentes.
Estas infecciones requieren tratamiento específico: champús, cremas o incluso antibióticos o antifúngicos orales.
4. Parásitos externos
Garrapatas, pulgas, ácaros... todos pueden vivir sobre la piel o dentro de ella. Algunos de los más agresivos son:
- Sarcoptes scabiei: causa sarna sarcóptica en perros, con picor desesperante.
- Notoedres cati: provoca sarna en gatos, con costras gruesas en la cabeza y cuello.
- Demodex: vive en los folículos pilosos y puede provocar alopecia sin mucho picor.
Estos parásitos no solo provocan malestar; también pueden debilitar la piel y abrir la puerta a infecciones secundarias.
5. Otras causas: hormonales, inmunológicas, tumores
Hay razas que son genéticamente más propensas a sufrir enfermedades crónicas de la piel. También existen alteraciones hormonales (como el hipotiroidismo), enfermedades autoinmunes o incluso tumores cutáneos que pueden presentarse con lesiones, costras o zonas sin pelo.
Ante cualquier lesión que no cicatriza, bultos o pérdida de pelo persistente, es imprescindible realizar una evaluación veterinaria completa.
2. ¿Cómo saber si es algo grave?
Algunas señales que pueden indicar un problema cutáneo importante:
- Rascado frecuente o compulsivo
- Lamerse zonas concretas del cuerpo constantemente (patas, vientre, base de la cola)
- Calvas, pérdida de pelo o pelaje más pobre
- Costras, descamación o granitos
- Mal olor en la piel o los oídos
- Inflamación o engrosamiento de la piel
Si observas uno o más de estos signos durante varios días, es momento de acudir al veterinario. Cuanto antes se detecte el problema, más fácil será solucionarlo.
3. ¿Son iguales los problemas de piel en perros y gatos?
Aunque muchas enfermedades dermatológicas son compartidas entre especies, la piel del perro y la del gato no son idénticas, y eso afecta tanto al diagnóstico como al tratamiento.
Principales diferencias entre la piel del perro y del gato:
Características |
Perros |
Gatos |
Grosor de la piel |
Más gruesa y resistente |
Más fina y delicada |
Producción sebácea |
Más abundante en razas propensas |
Menos producción de grasa |
Glándulas sudoríparas |
Muy escasas |
Muy escasas |
Comportamiento ante el picor |
Se rascan, se frotan |
Se lamen (a veces en exceso) |
Zonas comunes de lesiones |
Orejas, patas, abdomen, cola |
Cabeza, cuello, abdomen, patas |
Reacción inmunitaria |
Muy expresiva (alergias visibles) |
A veces más silenciosa |
Infecciones bacterianas |
Muy comunes (piodermas) |
Menos comunes; suelen ser abscesos |
Infecciones fúngicas |
Comunes pero fáciles de tratar |
Comunes y más persistentes |
Problemas conductuales |
Menor impacto en la piel |
Alopecia por estrés es frecuente |
4.¿Qué significa esto?
- Un perro alérgico puede mostrar enrojecimiento, heridas abiertas y olor fuerte. En cambio, un gato alérgico podría no tener heridas visibles, pero sí lamerse hasta arrancarse el pelo, especialmente en la barriga o las patas traseras.
- En los perros, es más habitual ver infecciones secundarias (bacterianas o fúngicas), mientras que, en gatos, lo más típico son abscesos por mordedura o lesiones del complejo granuloma eosinofílico.
- Además, muchos gatos desarrollan alopecia psicógena, una caída de pelo provocada por estrés o cambios ambientales, sin una causa médica directa.
5. ¿Qué papel juega la alimentación?
Mucho más del que parece. Una buena nutrición refuerza el sistema inmunológico y mejora la calidad de la piel y del pelaje. En Breedna formulamos nuestros piensos con ingredientes funcionales como el salmón, el cordero o el aceite de salmón, ricos en ácidos grasos omega-3 y omega-6.
Además, nuestras recetas incluyen prebióticos naturales que ayudan a mantener el equilibrio del sistema digestivo, lo que también influye en el estado de la piel. Porque una piel sana empieza desde dentro.
Si tu perro o gato tiene la piel sensible, podemos ayudarte a encontrar la receta que mejor se adapte a él.
6. Atención especial en primavera y verano: la época alta de pulgas y garrapatas
Con la llegada del buen tiempo, especialmente en primavera y verano , se dispara la presencia de pulgas y garrapatas en el ambiente. Estos parásitos se activan con el calor y la humedad, y son mucho más comunes en zonas rurales, parques con vegetación abundante o áreas de paseo con mucho tránsito de animales. Si vives cerca del campo, en climas cálidos o si a tu perro le encanta explorar por senderos, arbustos o hierba alta, el riesgo de infestación es mucho mayor . No esperes a ver una pulga: muchas veces, el picor o la dermatitis aparecen cuando ya hay una reacción alérgica. Una buena prevención, combinada con revisiones frecuentes del pelaje, es clave para evitar problemas mayores. En el blog te contamos cómo detectarlos a tiempo y qué hacer si tu mascota ya se rasca más de lo normal.






7. En conclusión
Aunque muchas patologías son compartidas, cada especie tiene sus particularidades. Lo que en un perro puede ser un caso leve, en un gato podría requerir un enfoque completamente distinto. Por eso es fundamental un diagnóstico específico y adaptado.
Si a tu perro o gato le pica la piel con frecuencia, no lo ignores. Podría tratarse de algo tan sencillo como una pulga… o tan complejo como una enfermedad autoinmune. Escuchar lo que su piel te dice y actuar a tiempo puede marcar la diferencia en su calidad de vida.
1. ¿Puede un perro o gato tener alergia solo a un ingrediente del pienso?
Sí. Las alergias alimentarias suelen ser a proteínas comunes como pollo, vacuno, lácteos o trigo. La dieta de eliminación es clave para detectarlas.
2. ¿La tiña en gatos se cura sola?
Puede curarse en meses, pero al ser contagiosa (también para humanos), se recomienda tratamiento antifúngico tópico y/o oral.
3. ¿Cómo se trata la sarna en perros y gatos?
Con antiparasitarios específicos como las isoxazolinas. Siempre debe tratarse también el entorno y a todos los animales convivientes.
4. ¿Qué razas son más propensas a tener problemas de piel?
El Bulldog Francés, West Highland White Terrier, Cocker Spaniel, Shar Pei y Labrador Retriever tienen mayor predisposición genética.
5. ¿Cuánto tarda en mejorar un animal con dermatitis?
Depende de la causa. En alergias, la mejora puede ser visible en semanas, pero requiere control de por vida. En infecciones, el tratamiento suele durar de 2 a 6 semanas.