Tabla de contenido
Introducción
Cuando llega un nuevo miembro a casa, ya sea otro perro, un gato o incluso un bebé, muchos tutores notan cambios en el comportamiento de su mascota.
¿Se muestra más distante? ¿Reclama atención? ¿Hace conductas que antes no hacía?
Es posible que esté experimentando celos, una reacción natural ante cambios en su entorno y en la atención que recibe.
En este artículo te explicamos por qué perros y gatos pueden sentir celos, cómo afecta esto a su día a día y qué puedes hacer para ayudarlos a adaptarse de forma equilibrada.
¿Pueden los perros y gatos sentir celos?
Aunque no podemos medir sus emociones exactamente como las humanas, estudios en etología confirman que tanto perros como gatos experimentan comportamientos similares a los celos cuando sienten que su vínculo con su familia puede verse amenazado.
Esto ocurre especialmente cuando:
Llega otro animal a casa.
Llega un bebé o una nueva pareja.
Cambian las rutinas diarias.
Se reparte la atención de manera distinta.
Los celos no significan que tu mascota sea “mala”, sino que teme perder tu atención, su espacio o su lugar en casa.
Los celos no significan que tu mascota sea “mala”, sino que teme perder tu atención, su espacio o su lugar en casa.
Señales de celos en perros y gatos
Cada animal lo expresa de manera distinta, pero las señales más comunes son:
Perros
- Pedir más atención de lo habitual.
- Interponerse físicamente entre tú y el nuevo miembro.
- Ladridos, lloriqueos o comportamientos de apego excesivo.
- Desobediencia repentina o destrucción de objetos.
Gatos
- Cambios en su rutina: comer menos, esconderse o evitarte.
- Marcar territorio con orina o rascados.
- Intentar desplazar al nuevo animal de zonas clave.
- Maullidos insistentes o vigilancia constante.
Estas conductas no son "mal comportamiento", sino señales de inseguridad emocional.
Como les afecta en su vida cotidiana
Los celos pueden alterar la estabilidad emocional de tu mascota y provocar:
Estrés o ansiedad.
Pérdida de apetito o cambios de peso.
Alteración del sueño.
Competencia por comida, juguetes o espacios.
Retroceso en hábitos (pipí fuera de lugar, destrozos, marcaje).
Si no se aborda correctamente, la convivencia puede volverse tensa tanto para el animal como para el resto de la familia.
Por qué ocurre: Causas prinicpales
Los celos aparecen por varios motivos:
1. Cambios bruscos en la rutina
Los animales son muy sensibles a las rutinas; cuando cambian, se sienten inseguros.
2. Competencia por el afecto
Perros y gatos valoran mucho tu atención. Si sienten que disminuye, pueden intentar recuperarla.
3. Protección del territorio
Especialmente en gatos: sienten que su espacio está siendo invadido.
4. Inseguridad o falta de socialización previa
Animales con experiencias previas difíciles pueden ser más propensos a reaccionar de forma intensa.
Cómo ayudar a tu mascota a adaptarse
Aquí es donde realmente puedes marcar la diferencia.
1. Mantén sus rutinas
Paseos, horarios de comida y momentos de juego deben mantenerse lo más constantes posible.
2. Dedicale tiempo individual
Aunque el nuevo miembro requiera atención, tu mascota debe seguir sintiéndose importante.
3. Refuerzo positivo
Premia los comportamientos tranquilos y amistosos con caricias, juegos o snacks.
4. Presentaciones correctas
Hazlo de forma gradual, con supervisión, sin forzar el contacto.
5. Evita las comparaciones o castigos
Aquí es donde realmente puedes marcar la diferencia.
Alimentacion, rutinas y bienestar emocional
Una buena alimentación es clave para su equilibrio emocional.
Los cambios emocionales pueden afectar:
- Apetito
- Problemas digestivos
- Energía diaria
- Estado de la piel y el pelo (por estrés)
- Inmunidad
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Precauciones y cuando acudir a un profesional
Consulta a un veterinario o etólogo si:
Los celos derivan en agresiones.
Hay pérdida de peso o rechazo total del alimento.
La ansiedad es persistente.
Hay problemas de marcaje o destrucción severos.
Un profesional puede ayudarte a reconducir la conducta de forma segura.
Conclusión
Los celos en perros y gatos son una respuesta emocional normal ante cambios en su entorno. Con paciencia, rutinas equilibradas, buena alimentación y un acompañamiento adecuado, tu mascota puede adaptarse sin dificultad y recuperar la tranquilidad.
Comprender cómo se sienten es el primer paso para fortalecer vuestro vínculo y garantizar su bienestar a largo plazo.
Preguntas frecuentes sobre celos en perros y gatos
¿Cómo saber si mi perro o gato está celoso del nuevo miembro de la familia?
Los celos suelen manifestarse con cambios de comportamiento: reclamar más atención, interponerse entre tú y la nueva mascota, gruñidos, marcaje, esconderse, evitar el contacto o incluso comer menos. Si notas que su conducta cambia justo después de la llegada del nuevo miembro, es una señal clara de celos.
¿Es normal que mi mascota esté celosa aunque reciba la misma atención?
Sí. Aunque tú sientas que no ha cambiado nada, los animales perciben incluso pequeñas variaciones: nuevos olores, desplazamiento de objetos, sonidos distintos o cambios en la energía del hogar. Todo esto puede activar su instinto de protección y provocar celos.
¿Cuánto tiempo duran los celos en perros y gatos?
Depende de cada animal. Algunos se adaptan en pocos días, mientras que otros pueden tardar semanas. Si mantienes rutinas estables, haces presentaciones progresivas y dar atención individual a ambos, la adaptación suele ser más rápida.
¿Qué puedo hacer si mi perro intenta imponerse al nuevo miembro?
Evita regañarlo o castigarlo, ya que aumentará su inseguridad. Refuerza los comportamientos tranquilos, ofrécele un espacio seguro propio y haz presentaciones supervisadas. Si el comportamiento va a más, consulta a un etólogo.
¿Por qué mi gato marca más cuando llega otro miembro?
Los gatos son muy territoriales. Cuando sienten que su espacio está siendo invadido, marcan zonas para reafirmar su control. Esto no significa que “te odien”, sino que están intentando gestionar el cambio. Enriquecimiento ambiental, feromonas y rutinas estables suelen ayudar.
¿Qué hago si mi mascota deja de comer por celos o estrés?
Primero, mantén la calma. Ofrécele un alimento más palatable, como alimento húmedo o piensos con alto porcentaje de proteínas, para que resulten más sabrosos y por lo tanto irresistibles.
Las latas Breedna (pavo, pollo, salmón…) ayudan en estas situaciones. Si pasan más de 24–48 horas sin comer, contacta a tu veterinario.
¿Es buena idea separar a las mascotas al principio?
Sí. Es recomendable que cada animal tenga su propio espacio, cama, comederos y zonas de descanso. Esto reduce conflictos y ayuda a que la convivencia se construya poco a poco.
¿Cómo puedo evitar que mi mascota se sienta desplazada?
Dedícale tiempo en exclusiva: paseos, juegos, caricias o entrenamiento. Refuerza su autoestima con rutinas claras y mantén objetos familiares (su cama, juguetes, mantas). Nunca lo compares con el nuevo miembro.
¿Puede la alimentación influir en los celos o en su conducta?
Indirectamente, sí. El estrés modifica el apetito, la energía y la microbiota. Una alimentación equilibrada, rica en proteínas animales y nutrientes calmantes (como omega 3), ayuda a estabilizar sus emociones. Los piensos Breedna para perros y gatos sensibles son ideales en esta etapa.
¿Cuándo debo preocuparme y acudir a un profesional?
Si aparecen agresiones, ansiedad intensa, pérdida de peso, problemas de marcaje severo o rechazo continuo al nuevo miembro. Un veterinario o etólogo puede ayudarte a mejorar la convivencia de forma segura.
