Custodia compartida perros: ¿Qué pasa si me separo de mi pareja?
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En proceso de una separación entre parejas, uno de los aspectos menos discutidos pero igualmente importantes es el bienestar de las mascotas en común.
Con la reciente legislación, la custodia compartida de mascotas se ha convertido en un tema de interés legal y emocional.
Hoy, vamos a explorar qué significa esto para nuestras queridas mascotas y para nosotros mismos.
Desde el 5 de enero de 2022, la Ley 17/2021 del 15 de diciembre de 2021 ha modificado el Código Civil, introduciendo cambios significativos en la manera en que se considera a las mascotas dentro del ámbito legal.
Esta ley reconoce a las mascotas no como objetos, sino como seres sintientes, lo que supone un avance en la protección de sus derechos. La custodia compartida de mascotas, ya sean perros, gatos u otros animales, ahora requiere considerar su bienestar como factor principal en cualquier acuerdo.
Esta ley establece un marco para solicitar la custodia compartida, enfocándose en el bienestar del animal y en mantener, en la medida de lo posible, su rutina y cuidados habituales.
Las decisiones sobre con quién se quedará la mascota, cómo se distribuirán los tiempos de cuidado y cómo se manejarán los gastos asociados son ahora cuestiones que deben resolverse con el bienestar del animal en mente.
La custodia compartida de perros y gatos, especialmente entre parejas no casadas, plantea desafíos únicos.
Este apartado explora cómo solventar esta situación, poniendo el bienestar de tu mascota en primer lugar y garantizando que las decisiones tomadas reflejen lo mejor para ellos, sin importar las circunstancias personales.
Determinar quién se quedará con la mascota en casos de separación no matrimonial es complejo.
Se aconseja considerar quién puede proporcionar el mejor ambiente, quién ha sido el cuidador principal y cómo afectará al animal el cambio de hogar.
La ley busca asegurar que la decisión beneficie principalmente al bienestar de la mascota, más allá de las preferencias personales de los dueños.
Los gastos asociados a la custodia compartida de mascotas deben ser considerados y acordados por ambas partes.
Esto incluye alimentación, desde pienso para perros hasta cuidados veterinarios, y cualquier otro gasto relacionado con su bienestar. La transparencia y el acuerdo mutuo son clave para evitar conflictos futuros.
La custodia compartida puede ser estresante para las mascotas, especialmente si implica cambios constantes en su entorno.
Es vital observar cualquier cambio en su comportamiento, apetito o actividad que pueda indicar estrés o ansiedad.
Mantener una rutina constante y proporcionar mucho amor y atención puede ayudar a minimizar el impacto emocional en nuestras mascotas.
Para parejas no casadas, es recomendable establecer acuerdos legales claros sobre la custodia de las mascotas antes de que surjan conflictos.
Las capitulaciones matrimoniales o los pactos notariales son herramientas útiles para esto.
Aunque las reformas legales recientes benefician principalmente a parejas casadas, estas previsiones pueden ayudar a proteger los derechos de las mascotas y sus dueños en cualquier tipo de relación.
La custodia compartida de mascotas es un tema que, aunque complejo, subraya la importancia del bienestar animal en nuestra sociedad.
Es un recordatorio de que nuestras mascotas son mucho más que animales; son miembros de la familia que merecen consideración y cuidado.
A medida que avanzamos, es crucial que sigamos promoviendo leyes y prácticas que reconozcan y protejan los derechos de nuestras mascotas, asegurando su bienestar incluso en momentos de cambio.